El glaucoma es una enfermedad ocular silenciosa que daña el nervio óptico y puede causar pérdida irreversible de visión. La detección precoz con revisiones periódicas es clave para conservar la vista.
Esta enfermedad está relacionada con una presión ocular elevada, aunque también puede aparecer con presiones normales.
El glaucoma tiene dos características fundamentales, primero, se trata de una enfermedad silenciosa: no duele, ni da síntomas en fases iniciales y segundo, la pérdida de visión es irreversible si no se detecta a tiempo. Es por esto que en esta enfermedad toma muchísima más importancia la prevención en forma de revisiones periódicas (ver noticia del Parc Taulí). En mi consulta lamentablemente cada mes tengo algún paciente que acude pensando que tiene una enfermedad reversible como las cataratas y sin embargo nos encontramos con el diagnóstico del glaucoma, y la verdad es que es un momento muy duro tanto para el paciente como para su familia, sobretodo cuando son casos avanzados.
Dentro de los síntomas más comunes podemos decir que los pacientes se quejan de una pérdida de visión progresiva, muchos notan la famosa visión de túnel ya que la pérdida de campo visual suele iniciarse en la periferia. Cuando nos encontramos con casos más avanzados los pacientes notan una gran pérdida de visión, que puede llegar incluso a la ceguera, dificultades para adaptarse a los cambios de iluminación, y según la zona del campo visual que hayan perdido pueden notar dificultades al leer o muchos sufren caídas porque no pueden ver bien los escalones o bordillos.
Las personas que tienen antecedentes familiares de glaucoma, miopías altas (sobretodo mayor de -6 dioptrias) o hipermetropías altas deberían realizarse un seguimiento periódico para descartar glaucoma ya que tienen mayor riesgo de padecer la enfermedad, aunque su prevalencia aumenta con la edad así que es recomendable que todos los mayores de 40 años se realicen una revisión oftalmológica para descartar patologías silenciosas.
En tratamiento del glaucoma cambia mucho de paciente a paciente, afortunadamente ha habido un importante cambio en los últimos años con la incorporación de fármacos nuevos, tratamientos con láser y nuevas técnicas quirúrgicas menos invasivas (leer más en Clínica Sagrada Familia) que nos ayudan a tratar los casos evitando la progresión a la ceguera.
Para finalizar no me cansaré de decir, si tienes factores de riesgo o dudas sobre tu visión, pide una revisión oftalmológica. Detectar el glaucoma a tiempo es la clave para conservar tu vista.
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